jueves, 2 de diciembre de 2010

Matrimonio


La capacidad de la pareja de manejar los altibajos de la vejez con relativa serenidad puede ser el resultado de su mutua tolerancia que a su vez refleja tres ventajas importantes que confiere el matrimonio: intimidad (tanto sexual como emocional), interdependencia y un sentido de pertenencia recíproca.

En general los cambios que vienen con el envejecimiento tienen un efecto unificador en el matrimonio: a medida que los esposos van dejando de mantener a la familia y de criar a los hijos, las parejas se van interesando más en la personalidad que en la función del otro y el disfrute de la compañía del cónyuge se convierten en el aspecto principal del matrimonio.


El estar enamorado sigue siendo el factor más importante para el éxito del matrimonio en estos años. Los problemas más corrientes surgen de la diferencia de valores, intereses y modos de pensar y ver las cosas.

Matrimonio sin hijos

Ya habíamos hablado en las publicaciones del mes pasado lo que sucede cuando llega el Nido vacio. En este caso, la gran diferencia en el nivel de satisfacción y cuidado en la vejez no está en la presencia de los hijos sino en la presencia del cónyuge.

Los ancianos que no tienen hijos no son más solitarios ni más pesimistas que acerca de su vida y tampoco más temerosos de la muerte que los que tienen hijos. El estado moral de muchos ancianos depende más de la frecuencia con que ven a sus amigos que a sus hijos.

Los padres recurren a sus hijos cuando necesitan ayuda, mas los que no son padres, suelen recurrir a sus hermanos o a sus sobrinos o parientes más lejanos. Estos familiares no son tan serviciales como los hijos o los hermanos pero colaboran de alguna manera con sus parientes ancianos, con frecuencia por consideración a sus propios padres.

Salud

A pesar de los cambios físicos que vienen con la edad, la mayoría de la gente de más edad es razonablemente saludable.

La probabilidad de que una persona vieja esté razonablemente saludable y en buena condición y pueda evitar los efectos secundarios del envejecimiento, a menudo depende del punto hasta el cual haya seguido y continúe siguiendo las prácticas del estilo de vida saludable. Estas prácticas incluyen el comer moderadamente, ingerir los alimentos regularmente, evitar el colesterol, no fumar, no beber alcohol o beber moderadamente, evitar el consumo de drogas, manejar el estrés y hacer ejercicio regularmente.

El ejercicio es tan valioso en la vida de los adultos mayores como en las etapas más tempranas del periodo de vida, puesto que muchos de los cambios físicos asociados comúnmente con el “envejecimiento normal” ahora se piensa que son el resultado de la inactividad.



A pesar de que la mayoría de la gente de mayor edad es de buena salud, las condiciones médicas crónicas se vuelven más frecuentes con la edad y pueden causar invalidez. Las condiciones más comunes son la artritis, hipertensión, deterioros en la audición, enfermedades del corazón, las cataratas y deterioros en las piernas, caderas, espalda o espina dorsal. Por lo general la gente de edad avanzada necesita más atención médica que la más joven. Va al medico más a menudo y es hospitalizada más frecuentemente.

Salud oral
Los problemas dentales y de encías son comunes en la última etapa de la edad adulta. Sólo una pequeña parte de gente mantiene todos sus dientes hasta muy avanzada su edad. La pérdida de éstos tiene serias implicaciones para la nutrición. La gente con dentadura deficiente o que le faltan dientes encuentran muchos alimentos inapetitosos y difíciles de masticar, como resultado, ingieren menos o se cambian a comidas más suaves que a menudo son menos nutritivas.

La salud oral esta relacionada con la combinación de una estructura dental innata y hábitos de alimentación y salud oral vitalicios.